lunes, 9 de diciembre de 2013

Bendita

-Esa boca me tienta - me dijo - La idea de besársela, de pasar un dedo por el perfil de los labios me asalta la mente y, a veces, me conquista de tal manera que no puedo reprimir morderme el labio para controlar mi ansia. Porque esos labios, perfilados y expresivos, pueden ser fuente de innumerables placeres. Porque aquellos dientes podrían ser capaces de marcar mi piel de muy diversas formas. Porque la lengua podría recorrer cada parte mi cuerpo haciéndolo sentir sensible y vivo. Porque el aliento...... ese aliento podría hacerme sentir sensuales cosquillas.

Se quedó pensativo, sólo durante un instante, y declaró:
- Bendita imaginación, bendita aquella boca... y bendita la tentación que me provoca.