Gracias.
Primero me encontré con palabras de afecto y atención hacia una amiga. Iluminaste con ellas la desconfianza que sentía hacia los demás, me hiciste mirar un poco más allá del límite en el que me encontraba. Poco a poco, como los aviones, hacia las estrellas.
Después me hiciste levantar la cabeza cuando no pensé que podría hacerlo. Tu apoyo y sinceridad fueron claves para viajar a mis sueños, para llenar mi espíritu de serenidad, para saciar mi descontento, para retomar la confianza perdida. No hay palabras para describir lo que viví gracias a tu compañía... eso se queda entre tu y yo... pero te aseguro que fueron tan reales como el hecho de que la tierra gira alrededor del sol.
Porque fuiste mi pequeña estrella. Y yo tu pequeño avión.
Siempre aquí. Y que perdure ese bienestar que espero que sientas hoy.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.