Paradoja

Imágenes fugaces... Solo eso es necesario para que llegue a sonreir por dentro y mi cara cambie de expresión... Recuerdo una mirada, una sonrisa o una caricia y un escalofrío placentero recorre por entero mi cuerpo... No tengo que decir nada porque mi cuerpo lo dice todo... Me sumerjo en ese pequeño mundo dedicado a ti para desear poder vivirlo de nuevo; incluso me deleita la idea de hacerte mío aunque sea un pequeño instante...
Pero hay veces, solo a veces, que, después de pensarte, la respiración se corta, la cara se tensa, mi mirada cambia, noto un pinchazo en el alma... sigo sin decir nada pero mi cuerpo lo dice todo... Me doy cuenta de que no te tengo a mi lado, de que no puedo disfrutarte del modo que quisiera, de que no puedo mirarte ó besarte... y en seguida deseo oir tu voz... serena, varonil, melódica... y la busco... y la encuentro...
Por fin puedo dormir.